Los niños también están expuestos a situaciones de estrés. Ir a la escuela o algunas situaciones sociales puede parecer abrumador para algunos niños, particularmente si no tienen estrategias sanas para hacer frente a sentimientos intensos y a resolver los problemas de todos los días.
Aparentemente los niños con estrés, no inician una conversación sobre lo que les preocupa, pero desean que sus padres se acerquen a ellos y les ayuden a hacer frente a sus sentimientos. Para los padres no siempre es fácil saber cómo acercarse emocionalmente a un niño, cuando éste se siente preocupado.
Algunas ideas para ayudarlo son:
-Comunica tu interés en el asunto. Cuanto te des cuenta que tu hijo está preocupado, díselo. Cuida que tu comentario no sea evasivo ni suene a acusación. Algo como “¿Qué pasó? ¿Sigues enojado por lo que pasó?”, puede abrir el dialogo con tu hijo.
-Escucha a tu hijo. Cuando tu hijo trate de contarte, escúchalo con interés, paciencia, amplitud de mente, y demostrando que te importa. Evita juzgar, culpar, dar sermones o decir lo que él o ella deberían hacer. Tómate tiempo y averigua más. “¿Y entonces qué pasó?”
-Habla brevemente, sobre lo que piensas que tu hijo, está atravesando. “Eso debe haber sido muy molesto” o “Eso debe haberte parecido injusto”. Se trata de hacer ver a tu hijo, que es comprendido y escuchado. Con ello, tu hijo se sentirá emocionalmente cercano a ti, lo cual es muy importante en los momentos de estrés.
-Ponle nombre a lo que ocurre. Muchos niños no tienen todavía palabras para expresar sus sentimientos. Expresar los sentimientos con palabras ayuda a que su hijo se comunique y tenga conciencia de sus emociones y adquiera la habilidad de reconocer sus propios estados emocionales.
-Ayuda a tu niño a pensar en cosas que hacer. Sugiérele actividades que pueda hacer para sentirse mejor y poder resolver los problemas que enfrenta. Motívalo a pensar en algunas ideas al respecto. Apoya las buenas ideas de su hijo y añade algunas de ellas según sea necesario. Siempre cuidando, de no dedicarle al problema más atención de la que sea necesaria.
Simplemente está presente. A veces los niños no se sienten con ganas de hablar sobre lo que les preocupa. Respeta esta forma de actuar de su hijo y dale el espacio que necesita, pero aun así deje claro que estarás a su lado cuando él o ella se sienta con ganas de hablar.
-Se paciente. Como padre o madre, te duele ver a tu hijoinfeliz o preocupado. Pero intenta resistir tu deseo de resolverle todos los problemas. Concéntrate en ayudarlo poco a poco a que se convierta en un niño que sepa cómo hacer frente a los altibajos de la vida, expresar sus sentimientos con palabras, calmarse cuando sea necesario y recuperarse para volver a tomar las riendas de su vida.
-Al enseñarle estrategias saludables para hacer frente a los problemas de la vida, estarás preparando a tu hijo a ser capaz de manejar cualquier preocupación que enfrente en el futuro.
Aparentemente los niños con estrés, no inician una conversación sobre lo que les preocupa, pero desean que sus padres se acerquen a ellos y les ayuden a hacer frente a sus sentimientos. Para los padres no siempre es fácil saber cómo acercarse emocionalmente a un niño, cuando éste se siente preocupado.
Algunas ideas para ayudarlo son:
-Comunica tu interés en el asunto. Cuanto te des cuenta que tu hijo está preocupado, díselo. Cuida que tu comentario no sea evasivo ni suene a acusación. Algo como “¿Qué pasó? ¿Sigues enojado por lo que pasó?”, puede abrir el dialogo con tu hijo.
-Escucha a tu hijo. Cuando tu hijo trate de contarte, escúchalo con interés, paciencia, amplitud de mente, y demostrando que te importa. Evita juzgar, culpar, dar sermones o decir lo que él o ella deberían hacer. Tómate tiempo y averigua más. “¿Y entonces qué pasó?”
-Habla brevemente, sobre lo que piensas que tu hijo, está atravesando. “Eso debe haber sido muy molesto” o “Eso debe haberte parecido injusto”. Se trata de hacer ver a tu hijo, que es comprendido y escuchado. Con ello, tu hijo se sentirá emocionalmente cercano a ti, lo cual es muy importante en los momentos de estrés.
-Ponle nombre a lo que ocurre. Muchos niños no tienen todavía palabras para expresar sus sentimientos. Expresar los sentimientos con palabras ayuda a que su hijo se comunique y tenga conciencia de sus emociones y adquiera la habilidad de reconocer sus propios estados emocionales.
-Ayuda a tu niño a pensar en cosas que hacer. Sugiérele actividades que pueda hacer para sentirse mejor y poder resolver los problemas que enfrenta. Motívalo a pensar en algunas ideas al respecto. Apoya las buenas ideas de su hijo y añade algunas de ellas según sea necesario. Siempre cuidando, de no dedicarle al problema más atención de la que sea necesaria.
Simplemente está presente. A veces los niños no se sienten con ganas de hablar sobre lo que les preocupa. Respeta esta forma de actuar de su hijo y dale el espacio que necesita, pero aun así deje claro que estarás a su lado cuando él o ella se sienta con ganas de hablar.
-Se paciente. Como padre o madre, te duele ver a tu hijoinfeliz o preocupado. Pero intenta resistir tu deseo de resolverle todos los problemas. Concéntrate en ayudarlo poco a poco a que se convierta en un niño que sepa cómo hacer frente a los altibajos de la vida, expresar sus sentimientos con palabras, calmarse cuando sea necesario y recuperarse para volver a tomar las riendas de su vida.
-Al enseñarle estrategias saludables para hacer frente a los problemas de la vida, estarás preparando a tu hijo a ser capaz de manejar cualquier preocupación que enfrente en el futuro.
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